Haití 05 de enero 2012 

 Desde Puerto Príncipe, nos dirigimos a Uds, para agradecer en nombre de 

tantas familias que se han visto agraciadas con el reparto de alimentos. Unas fechas 

muy indicadas y propicias para que no falte en las Navidades el alimento básico, que 

puedan alegrar a las personas. Hacer un poco más visible el rostro de ese Niño Jesús 

que se hace humano, para que la humanidad, se divinice. 

Podríamos decir palabras muy bonitas y exageradas, pero lo más real es que se ha 

podido llegar a cada familia para que sea una realidad, la solidaridad con los más 

pobres. 

Queremos informarles del proceso que hemos seguido respecto del reparto de 

alimentos a las familias más necesitadas de Tabarre, en especial en el Campamento de 

Tigalè, Moqueht, Tructier… 

Previamente, hemos se realiza una visita a las familias. Un especie de censo, tomando 

nota del nº de miembros que hay en cada familia, ver sus necesidades básicas, y saber 

un poco más de la vida real de cada uno. 

Hemos podido visitar a unas 250 familias, dedicándoles tiempo y deseos de compartir 

necesidades e inquietudes. 

Una vez que hemos tenido los medios necesarios para la compra de alimentos, por 

nuestra parte hemos hecho lo posible para economizar al máximo y poder llegar a 

cuantas más familias mejor. 

El día 21 de diciembre, fue el día del reparto de los alimentos en el mes de Diciembre. 

No ha sido fácil ya que cuando uno tiene el estómago vacío, huele muy pronto donde 

se cocina o donde se puede conseguir comida. El día 22 de diciembre, seguimos con el 

reparto. 

Nos resulta difícil contabilizar de forma precisa el número exacto de familias que se 

han beneficiado puesto que vinieron muchísimas que no estaban registradas y casi nos 

desbordan.. Al final, repartimos los alimentos que quedaban ya que algunos se habían 

terminado, pero todos se fueron contentos con la parte que les tocó. El día 23 de 

diciembre, fue el reparto del pollo. Sabiendo que era difícil repartir, fuimos 

directamente al Campamento y allí, nos fue más fácil, con más orden. Una vez 

terminado, fuimos a nuestra casa para seguir el reparto al resto de familias que 

también se fueron muy contentas. 

Podemos decir que gracias al personal de servicio y voluntarias, pudimos hacer esta 

obra solidaria ya que las hermanas Franciscanas, no lo podríamos haber hecho solas. 

Les agradecemos la aportación de todos y el esfuerzo común. El tiempo era muy limitado

y el calor fuerte y agotador. Pero gracias a Dios, se ha conseguido el objetivo 

de hacer felices a los demás. 

Con estos alimentos, incluimos un cubo y una palangana de plástico, además una 

docena de cucharas para que puedan comer todos con la suya propia. Yendo al 

comedor con los niños de la escuela, nos dimos cuenta que algunos se la prestaban, 

por esto, nos pareció oportuno y conveniente incluirla entre los utensilios que se les 

ofreció. 

Hoy, vísperas de Reyes Magos, deseamos que esta cartita, sirva de agradecimiento a 

tanta gente que hace posible que otros puedan vivir más felices. Que sepamos ser luz y 

esperanza para tanta gente que viven en la oscuridad y desesperanzados. Es muy 

probable que alguna vez la estrella se oculte. Los Magos se preguntaban si todo había 

sido una ilusión, si valía la pena todo lo que habían caminado, si no sería mejor volver 

atrás. 

Los Magos buscaron, preguntaron, esperaron… No nos podemos rendir. No nos 

cansemos de cansarnos y hacer lo posible y lo imposible para que otros puedan ser 

más felices. 

Que Dios bendiga a los integrantes de los Mensajeros de La Paz, y a la Fundación 

Alberto y Elena Cortina, en este Año Nuevo que hemos iniciado 2012. 

 

 

Reciban un saludo fraterno lleno de alegría y paz. 

Hnas. Franciscanas Hijas de la Misericordia.